Rosalind Franklin, química y cristalógrafa

¿Quién no conoce a Watson y Crick? En abril de 1953 publicaron en la revista Nature su propuesta de estructura para el ADN… Pero y Rosalind Franklin, ¿Contribuyó al descubrimiento de la estructura del ADN? La respuesta es sí. La propuesta de la estructura del ADN estaba basada en las imágenes y mediciones de esta molécula tomadas con la técnica de difracción de Rayos X y obtenidas por Rosalind Franklin, la famosa Fotografía 51.

La vida de Rosalind Franklin es un claro ejemplo de las trabas que en el mundo de la ciencia han sufrido algunas mujeres, teniendo que enfrentarse a misoginia y discriminación por su condición de mujer, “demasiado directa e inteligente” para ser mujer en un mundo de hombres. Esto resulta más impresionante si tenemos en cuenta que vivió en el siglo XX, y que como comentamos en el post sobre Hipatia, ya en el siglo IV la escuela neoplatónica hablaba de igualdad de género.

Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, en el seno de una familia judía. En su educación en varios colegios de prestigio pudo, además de aprender costura (toda mujer debe saber de costura, ¿o no?), aprender física y química. Cuando inició sus estudios de Ciencias Experimentales, su padre, que no estaba de acuerdo, le retiró la asignación, pero afortunadamente contó con el apoyo de su tía que corrió con los gastos (finalmente su padre terminó apoyándola, aunque no fuese lo que se esperaba para una mujer). En 1941 se le otorgaron Honores de Segunda Clase por sus exámenes finales (¡de segunda clase por ser mujer! Cambridge empezó a otorgar títulos de licenciatura y maestría a las mujeres en 1947, y las mujeres que se habían graduado antes los recibieron de manera retroactiva). Consiguió una beca para iniciar su tesis doctoral, obteniendo el doctorado en Cambridge en 1945, “La fisicoquímica de coloides orgánicos sólidos”, con referencia especial al carbón (sus estudios sobre el carbón fueron usados durante la Segunda Guerra Mundial en la producción de máscaras antigás). Realizó su postdoctorado en Francia, en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado. Aquí sí tuvo suerte, pues se trataba de un grupo de investigación mucho más abierto y menos hostil con las mujeres, y fue allí donde se perfeccionó en el uso de la técnica de difracción de Rayos X.

Pero, decidió volver a casa, a Londres, consiguiendo una plaza en el King’s College, donde comenzó el estudio de la estructura del ADN. Y fue allí donde sufrió el impacto del machismo de la ciencia inglesa. Las mujeres del personal del King’s College eran tratadas con respeto, sí, pero el techo de cristal era una realidad muy presente allí, por ejemplo, a las mujeres no se les dejaba tomar café en la sala de profesores junto a los hombres. Sus colegas del King’s College la consideraban demasiado “francesa”, demasiado liberal. El director del laboratorio de biofísica en King´s College, J.T. Randall, fue quien contrató a Franklin y le asignó el trabajo de resolver la estructura del ADN, pero resulta que Maurice Wilkins, que en ese momento estaba de viaje, también estaba trabajando en ese tema, y cuando regresó de su viaje y la encontró, asumió que por supuesto, al ser mujer, iba a ser su asistente.

En el King’s College, Rosalind mejoró el equipo para obtener imágenes del ADN, obteniendo junto con su doctorando Raymond Gosling, fotografías con una nitidez nunca antes conseguida. Estos resultados y la sugerencia de una estructura helicoidal con 2, 3 ó 4 cadenas y los grupos fosfatos hacia el exterior (16 meses antes del famoso artículo de Watson y Crick), fueron presentados por Rosalind en 1951 en un seminario al que asistieron Watson y Crick. En los meses siguientes, Wilkins fue enseñando a Watson y Crick imágenes de ADN, cálculos (midió el diámetro de la hélice (20 angstroms), la distancia más pequeña (3.4 angstroms) que corresponde a la distancia entre una base y la siguiente, y también los 34 angstroms de la distancia entre una vuelta y la siguiente) y deducciones realizados por Rosalind, sin su permiso, entre ellas, la famosa Fotografía 51. ¡Eureka! debieron pensar, ellos no tenían ninguna base de datos físicos con la cual pudieran plantearse la estructura en doble hélice. Las fotos, informes y cálculos físicos de Rosalind, les permitieron plantear el modelo genérico de hélice del ADN, que publicaron en la revista Nature en abril de 1953. En el mismo número de Nature, unas páginas más adelante, Rosalind Franklin y su doctorando Raymond Gosling, publicaron un artículo muy técnico, con datos experimentales sobre sus fotografías, con la famosa 51. Al aparecer en tercer lugar, el aporte de Franklin y Gosling fue visto según observadores como una confirmación, no como un elemento clave del descubrimiento.

Pero… ¿qué llevó a Rosalind Franklin a su descubrimiento? La nitidez de la Foto 51 fue posible porque descubrió que había dos formas de ADN, A y B, y para distinguirlas y obtener una imagen clara era esencial controlar la humedad. La llamada forma A del ADN se conseguía con una humedad relativa de aproximadamente el 75%. Además, demostró que a niveles incluso más elevados de humedad tenía lugar un cambio estructural bien definido que llevaba a la denominada forma B, que es como se encuentra la molécula normalmente en los organismos vivos (la famosa fotografía 51 corresponde a la forma B). La falta de claridad de fotos de otros investigadores se debía a la mezcla de ambas formas, lo que dificultaba la interpretación de las imágenes, por eso ella optó por estudiar ambas formas por separado.

Cansada de las discusiones con Wilkins, Watson y Crick y, en general, del ambiente del King’s College, se trasladó al Birkbeck College, también en Londres, enfocando su investigación hacia el campo de la virología, donde realizó importantes contribuciones sobre la estructura molecular de virus como el del mosaico del tabaco y el de la polio. En 1956 se siente mal durante un viaje por Estados Unidos y se le diagnostica cáncer de ovario, y aunque continúa trabajando durante otros dos años, muere en abril de 1958 a los 37 años.

Cuatro años después de su muerte, en 1962, Watson, Crick y Wilkins fueron galardonados con el premio Nobel de Medicina. «Ni Watson ni Crick mencionaron a Franklin en sus discursos de aceptación, Wilkins sí lo hizo, muy brevemente» según la hermana de la científica. Es más, años más tarde, Watson en su libro “La doble hélice” llegó a escribir sobre ella: Estaba decidida a no destacar sus atributos femeninos (…), habría podido resultar muy guapa si hubiera mostrado el menor interés por vestir bien (…) nunca llevaba los labios pintados (….) o se iba, o habría que ponerla en su sitio (…) el mejor lugar para una feminista es el laboratorio de otra persona (…) Rosy (diminutivo despreciativo con el que se referían a ella a sus espaldas) por supuesto no nos dio directamente sus datos, es más, nadie en King´s College sabía que estaban en nuestras manos” Un claro ejemplo de estereotipos y misoginia, ¿esto sería posible hoy día? quiero pensar que no. Sí es cierto que, en su libro, Watson también alude a la importancia de las “mediciones precisas” de Franklin.

Algunos datos datos actuales que reflejan la importancia de Rosalind Franklin: El asteroide 9241 descubierto en 1997 recibió el nombre Rosfranklin. En 2006, se fundó en Nueva York la Sociedad Rosalind Franklin, la cual tiene como propósito reconocer, fomentar e impulsar las contribuciones de mujeres importantes en las ciencias de la vida y disciplinas afiliadas. En 2013, Google honró a Rosalind Franklin con un doodle en el que se le puede apreciar observando la estructura de doble hélice del ADN frente a la Fotografía 51. En 2019, se le asigna el nombre Rosalind Franklin al rover de la misión ruso-europea a Marte Exomars.

Y por fin…en abril de 2023, basándose en nuevas pruebas, científicos concluyeron que Rosalind Franklin contribuyó de la misma forma que sus compañeros en el proceso de descubrimiento del ADN.

Patricia Mazón Canales

Referencias

  1. Maddox, B. Rosalind Franklin: The Dark of DNA. Ed. Harper Perennial, 2003.
  2. Cobb, M.; Comfort, N. What Rosalind Franklin truly contributed to the discovery of DNA’s structure. Nature 616, 2023.
  3. El caso de Rosalind Franklin. Mujeres con ciencia
  4. wikipedia-Rosalind Franklin

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